EMPRESAS FAMILIARES

Una empresa familiar es una organización comercial o corporativa cuyas decisiones están controladas o influenciadas por un grupo familiar, cuyas sucesivas generaciones suelen dedicarse a la empresa. De esa manera, entre las expectativas y visión estratégica de este tipo de organizaciones está que los sucesores lleven las riendas, dándole continuidad a la organización.

Este término no aplica a aquellas empresas que tienen un único dueño y administrador. De hecho, las empresas familiares son el tipo más antiguo de organización económica, y muchas de las grandes empresas que cotizan en las respectivas bolsas de los países son de carácter familiar.

Esto sin duda se debe a que en las edades antiguas los oficios eran transmitidos de padres a hijos y los talleres se albergaban por lo general en la casa. Los reyes y la aristocracia, del mismo modo, heredaba sus posesiones y su posición privilegiada dentro del orden feudal a sus descendientes, formando así castas socio económicas.

QUE DETERMINA QUE UNA EMPRESA SEA CONSIDERADA COMO FAMILIAR?

Para que una empresa se considere familiar, la familia o uno de sus miembros debe tener al menos un 20% de derechos de voto y mayor porcentaje de acciones que el resto de los inversores. Así, las decisiones familiares tendrían el mayor peso posible en la empresa, y la tendencia general sería a incorporar miembros de la familia en puestos clave de control y decisión.

Por otro lado, una empresa familiar lega a los descendientes la dirigencia de la empresa, a través de un mecanismo de sucesión que, usualmente, se daba en términos patriarcales, es decir, de padres a hijos varones. Ese patrón ha ido cambiando, afortunadamente, y cada vez son más las mujeres que se hacen cargo de las empresas familiares.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE UNA EMPRESA FAMILIAR

Ventajas de una empresa familiar

Las ventajas de toda empresa familiar apuntan al control que se tiene sobre la empresa y a la continuidad que se le da al mismo a lo largo de las generaciones. Una empresa familiar rara vez dejará de serlo, excepto en casos de crisis económica que obligue a la venta o a la quiebra o situaciones similares.

Otra virtud radica en la acumulación generacional de bienes, a lo largo de la historia, que permite a las generaciones siguientes formarse más y mejor respecto al oficio y contar de entrada con un nicho en el que aplicar su experticia.

Desventajas de una empresa familiar

Las desventajas más comunes de una empresa familiar tienen que ver con los conflictos de intereses dentro de la familia en cuestión. Dado el nexo emocional que necesariamente se da entre los integrantes de una familia, es común que existan rencillas, mitos familiares o presiones adicionales (que relacionan el éxito empresarial con el lugar afectivo dentro de la familia) cuyo impacto en el desempeño empresarial puede ser considerable.

Similarmente, los circuitos de lo empresarial y lo privado suelen superponerse en este tipo de empresas, que apuntan hacia la fusión entre familia, empresa y propiedad. Debe considerarse que si bien las acciones empresariales de la familia estarán a cargo de uno o más de sus integrantes, habrá muchos otros miembros familiares que nunca tendrán nada que ver con la empresa y que tendrán agendas e intereses distintos.

Y QUE SUCEDE CON LAS EMPRESAS FAMILIARES EN EL PERU?

Empresas familiares en Perú: Solo el 30% pasan a la segunda generación, ¿por qué ocurre esta situación?

«Existen muchos casos de familias empresarias exitosas en Perú y que han sabido dejar en herencia, no los negocios familiares, sino la ‘vena emprendedora’ para hacer nuevos negocios»

En el Perú, el 80% de las empresas peruanas tienen origen familiar y contribuyen con el 40% del PBI. Sin embargo, solo el 30% de las empresas familiares pasan a la segunda generación, y de estas sólo el 15% pasan a la tercera generación. El motivo por el que no se produce esta sucesión generacional es porque no se prepara un proceso de transición, generado por diversos factores que dan lugar a que no exista interés generado en las siguientes generaciones.

Tal es el caso que los familiares de la primera generación no se atreven a nombrar a un nuevo “capitán del barco” y terminan cerrando la empresa o vendiéndola. En ese sentido, manifestó que los principales retos para las empresas familiares son:

  1. El buen manejo de los conflictos originados por el negocio y los recursos disponibles para que no afecten a las relaciones familiares.
  2. El manejo de las finanzas familiares, separado de las finanzas empresariales. Es común que se mezclen ambos ámbitos y que se crea que este sistema mezclado genere ahorros. A largo plazo, generará graves inconvenientes económicos y tributarios.

Todas las empresas familiares deberían contar con un directorio.

“Este tendrá su propio ámbito de acción. En el directorio se verán las inversiones y otros temas de largo plazo. Es bueno contar con uno o dos directores independientes (dependiendo del tamaño de la empresa o del número de miembros de la familia en el directorio)”

La visión imparcial del director independiente es necesaria para el avance sin sesgos de los negocios familiares. Para aquellas empresas familiares que aspiran a compartir el accionariado, recomendó que lo mejor es establecer ramas, de acuerdo con el número de miembros de la segunda generación.

“Es decir, si hay cuatro hijos, se establecen cuatro ramas, con el 25% de la propiedad en cada una. Y de ahí en adelante, cada rama dividirá su parte de la propiedad entre los miembros de su propia rama”, precisó.

Existen muchos casos de familias empresarias exitosas en Perú y que han sabido dejar en herencia, no los negocios familiares, sino la ‘vena emprendedora’ para hacer nuevos negocios.

“Y por supuesto, luego han dejado en manos de estos nuevos y competentes emprendedores de segunda generación, las riendas de los negocios principales. Estas familias, más que cuantitativamente exitosas, son cualitativamente exitosas”